Que es en Italia, que es en Francia, que caerá en
el medio del océano o en la isla de Nueva Guinea, en el Pacífico. El mundo está
expectante del lugar de impacto del satélite que se dirige hacia la Tierra sin
control, y que de acuerdo a los informes de la NASA caerá hoy a la noche –o a
la tarde– en algún lugar del planeta. El organismo carece de datos precisos
sobre el área en que impactará el UARS, aunque expertos italianos aseguran que
podría caer en el norte de su país.
La zona de la caída sería un área de 200 kilómetros y los
pedazos del satélite de la NASA podrían aterrizar entre las 19.15 de hoy y las 5 de mañana de Europa (14.15 y la medianoche de
Argentina). Por ese motivo, la región de Liguria se movilizó: hoy a la mañana
será establecida la sala operativa de Protección Civil, que permanecerá abierta
hasta el cese de la alarma. ”Estamos en contacto con el departamento nacional
de Protección Civil”, aseguró Renata Briano, asesora de Protección Civil de la
Región Liguria.
Por su parte, el astrofísico Gianluca Masi, del
Planetario de Roma y responsable del proyecto Virtual Telescope, consideró que
“es imposible prever la trayectoria” del viejo satélite de la NASA. “No se
puede saber si caerá en Italia o sobre otros países”, dijo. “En este momento el
satélite está cumpliendo una trayectoria muy compleja, en espiral en torno a la
Tierra, pero es continuamente frenado por la atmósfera, que le hace cambiar la
dirección”, explicó.
El experto agregó que por ese motivo es imposible
anticipar la trayectoria del satélite y calcular el punto donde se producirá el
impacto.
Según Masi, que estudia las trayectorias de los
denominados “asteroides asesinos”, se podrá comprender mejor la trayectoria
cuando se acerque el momento del impacto, previsto para hoy. “Se trata de un
caso muy interesante, porque se está desarrollando en un arco temporal muy
largo y podrá ayudar a comprender como estudiar las trayectorias de objetos en
casos como éste”, explicó.
El satélite fue
puesto en órbita en 1991 por
el transbordador Discovery para estudiar la alta atmósfera y realizar
mediciones de la capa de ozono. El UARSterminó su misión en 2005 , por falta de combustible.
“Si bien gran parte del satélite se destruirá en
numerosos pedazos al entrar en la atmósfera, todos los restos no se quemarán”,
explicaron expertos de la NASA al precisar que era imposible aún prever los
lugares donde caerán esos restos.
La agencia indicó que el satélite caería en
alguna parte entre los 57 grados de latitud norte y los 57 grados de latitud
sur, una superficie que cubre una gran parte de la Tierra.
De acuerdo a un comunicado de la agencia, hasta
ahora, “jamás hubo un accidente provocado por un artefacto espacial al
reingresar a la atmósfera”.
El artefacto pesa seis toneladas y se calcula que
caerán 26 pedazos –que representan 544 kilogramos– que podrían sobrevivir al
violento impacto.
Al estar nuestro planeta integrado, en un 75 por
ciento, por agua y tener, además, grandes regiones desérticas e inhabitadas, la
NASA dijo que las posibilidades de que una persona resulte alcanzada por una
pieza del satélite son de una entre 3.200. El director la Unidad de Ingeniería
Espacial Miguel Ángel Molina dijo: “Hay más probabilidades de que a una persona
le caiga un rayo, con toda la improbabilidad que esto supone, que una pieza del
satélite”.
Ayer su altitud era de 185 kilómetros. El
satélite es mucho más pequeño que la estación espacial rusa Mir de 135
toneladas que cayó en la Tierra en el 2001, o que el Skylab de 100 toneladas
que cayó en 1979.